Vi mal a Hinata, era verdad que cuando se enojaba tenia un caracter peor que el de mil demonios, y tambien era sorprendente la fuerza que adquiria, si quiciera, ya podria haverme roto el brazo, supe qeu se estaba conteniendo- BASTA HINATA! -dije cuando el brazo ya me dolia lo suficiente y tome la mano de Hinata, dando una vuelta, claro que esta vuelta me costo bastante, pues ella estaba empleando bastante fuerza- tranquilizate... -le dije en cuando quedamos ambos totalmente ergidos, y ambos estabamos agarrando nuestras muñecas {ya que con el movimiento la mano de Hin quedo en mi muñeca} con tanta fuerza que podriamos partirnoslas- no lo volvere a hacer... -le dije sonriente-