Paseo algo peligroso

Lo dicho por Alex no me sorprendio para nada, la conosia de años, asi que la conosia bastante a la chica. Mire al profesor con una sonrisa divertida cuando dio la señal de atacar, me levante rapidamente y apunte mi varita al chico Ludwig, asi podria descargar un poco de rabia con ese muchacho que se cree superior a los demas, ademas a Alex no la iba a atacar, y al profesor, bueno era posible.

- Depulso, - Apunte a una roca que estaba enfrente mio y se dirigio a toda velocidad a Ludwig a quien tenia enfrente - Desmaio, Reducto - El primer hechizo iba a Ludwig, y el otro al profesor, suponia que si era tan poderoso como paresia ese hechizo no le iba a hacer nada

...Lo sabia, era evidente que alguno de los otros tambien me iba a atacar... el desmaio lo detuvo mi barrera oscura aun funcional, mientras que la piedra no iba a parar tan facilmente, en un solo ademan saqué mi varita de debajo de mi capa y pensé en el hechizo con intencidad -Reducto!- la roca se desintegro, y aproveche de lanzar un hechizo silencioso a la chica justo hacia su angulo ciego, era uno de mis hechizos favoritos... De ser ella sangre sucia, pues sufriria lo suficiente para tenerme a gusto un buen rato, y si no lo era pues bien con ella... el hechizo apenas la haria sentir una punzada en el pecho.

El pequeño duelo había iniciado, veía como empezaba el intercambio de hechizos, Andres, naturalmente me había evitado y el profesor empezó por el chico misterioso, intercambiaron hechizos y cuando estaba a punto de atacar el profesor me lanzó un hechizo demasiado simple. -Impedimeta!- dije y el hechizo no llegó a su destino pero por el otro lado sentí como algo me golpeaba, exhalé aire y me llevé una mano al pecho sin saber que había sido eso, me giré y mis ojos se clavaron en Ludwig, así que el niño alemán quería jugar sucio- Sectusempra! -grité con odio marcado en cada sílaba; no iba a esperar si el hechizo daba en su blanco o no, tenía otro par de contrincantes. Apunté hacia un árbol caído y lo hice levitar- Incendio -y lo lancé contra Andres, era un vampiro, pero el fuego era una de sus debilidades. Después me volví hacia el profesor, apunté mi varita hacia el suelo. -Confringo!- y provocó una explosión de tierra y volví a apuntar hacia la nube de polvo-¡Desmaius!

Esto se ponia cada vez mas interesante conforme se iba desarollando, bien mis ataques no hizieron mucha cosa, pero bueno supongo que es hora de ir aumentando el calor a las cosas. Pero antes de hacer cualquier cosa tenia que desaserme de los dos ataques que se me acercaban, primero un arbol en llamas que lo evite de un salto, y un potente Acuamenti hizo el resto con eso, pero cometi un error al hacer eso, al sentir el fuego tan cerca deje salir mis colmillos, esperaba que nadie se hubiera dado cuenta de eso. Al caer en el suelo me vi muy cerca de las serpientes que tenia que eliminar, tenia que reaccionar rapido.Ascendio apunte hacia la rama de un arbol y me vi impulsado con fuerza hacia ella, apunte luego lo mas rapido que pude al medio del campo de batalla y ataque con algo bastante potente. Bombarda. Por mandar el hechizo descuide el choque contra el arbol y me estrelle dolorosamente contra el arbol, y me levante lentamente, quedandome parado sobre la rama mas baja de ese arbol. Cuando pude levantarme recien fui consiente del hechizo que me mando aquel muchacho, el cual pude evitar por poco, aunque denuevo la cercania con el fuego hizo que sin que quiera mostrara mis colmillos amenazadoramente al muchacho. Diffindo fue lo unico que se me ocurrio mandarle al muchacho, mientras auntaba como podia a un arbol que se encontraba cerca de el, que con el impacto del hechizo empezo a tambalearse peligrosamente, sin caerse.

Dispersé la nube de humo y a tiempo de di cuenta que un rayo veía dirigido hacia mí, me agaché para evitarlo y rodé por el suelo hacia otra dirección, pero fue una mala idea, había muchas serpientes... detestaba las serpientes, al menos no habían sido los otros animales a los que detestaba. Me volví a poner de pie de un salto y empecé a alejarme aunque estas venían amenazadoramente sobre mí, les apunté con mi varita.- Evanesco, Reducto -Entonces vi como las serpientes no se inmutaban ante el tacto del chico ni a él parecía importarle, entrecerré los ojos y lancé el siguiente hechizo contra las serpientes- Flagrante- Me volví hacia el profesor con una expresión suplicante en los ojos que reflejaba los deseos que tenía por que esto papara ya combinados a la vez con el temor, pero al mismo tiempo pensaba Levicorpius...

Sonreí de lado cuando las amiguitas serpientes
desaparecieron... me reí entre dientes, esto era un caos... era hora de ir
subiendo los niveles... -protego- pensé con intensidad cuando el chico
mandó el hechizo, enseguida mandé hechizos simples de vuelta a todos también
(sin tener claro, a quien enviaba expeliarmus o desmaius) a todos también,
necesitaba algo de mi poder así que la oscuridad en torno mío se volvió mas
densa, bien, así ellos no verían los cambios que iban ocurriendo en mí...
OK, esto ya comenzaba a aburrirme, esta pelea se estaba volviendo en extremo
larga para ser una simple escaramuza y ya tenía los datos que quería de todos,
menos del profesor que seguramente ocultaba mucho mas...armé un nuevo hechizo
en mi mente pero esta vez lo tuve que susurrar dado lo complejo de este...
-fiendfyre, minimus!- el fuego demoníaco... era uno de mis hechizos
favoritos y aunque esta fuera una versión reducida del original (seria desastroso
un "verdadero" fuego mágico, ya que era muy dañino y podría canjearme
algún tipo de sanción) aun así era encantador, hoy no iba a morir nadie
(lamentablemente) puesto que calculando las habilidades de cada uno, como mínimo
podrían apartarse del fuego demoníaco el tiempo suficiente, según mis
estimaciones... aunque claro, si los había sobre evaluado, aun estaba por aquí
el profesor para salvar a sus “pobres” alumnos...
Sonreí disfrutando de verdad el ver como las quimeras y demonios hechos de
fuegos iban tras mis contrincantes.

¡Maldición! parece que a pesar de las precauciones tomadas, después
de todo había subestimado al profesorcillo ese... tenía que ser ese hechizo,
¡mierda! miré casi con terror como se acercaba, esa energía... era... como mínimo
repulsiva, y tenía que pensar en algo, si ellos veían lo que ese pequeño *Expectro
Patronum* me hacía me delataría a mi mismo mucho antes de lo planeado, apreté las
mandíbulas.... mi barrera de oscuridad iba a parar un poco el Expectro pero no demasiado...
entonces se me ocurrió una genial idea, manejando mi propio hechizo hice que uno de
mis demonios de fuego "se saliera de control" y me
"atacara", aprovechándome de la excusa me desaparecí de allí para
aparecer en cualquier otra parte de la isla... cualquiera, Una vez que estuve
lejos de allí me devolví rápidamente a la isla principal, no quería mas “incidentes”
por hoy…


Embocé media sonrisa mientras iba a mi cabaña, aun con el
incidente había sido un situación de lo más provechosa.

Todo había pasado demasiado rápido, pretendía seguir con los ataques pero me di cuenta que la situacion se había salido de control, el chico raro estaba empezando a sobrepasar los límites y no queria caer en su mismo error por un poco de soberbia.
Me desconcertó demasiado la huida de Ludwig bajo el efecto del patronum del profesor Kosroes, aquello no era normal, nadie -excepto los dementores- huyen de ese encantamiento, y era obvio que él no era un dementor, pero si algo más, algo no muy comun incluso para nosotros.
Me quedé mirando desconcertada aquel punto donde segundos antes, él habia estado parado, mi cabeza empezaba a funcionar de nuevo intentando averiguar, pero era casi inútil sin tener los argumentos necesarios, pero eso no quería decir que no averiguara mas adelante, era un nuevo misterio...
Andres se acercó a mi con esa sonrisa suya, una emoción entre la satisfacción y la diversión se reflejaba en su rostro; entonces supe que había terminado, eso me desanlentó, hubiera querido seguir, había esa adrenalina que vine a buscar y Andres solo quería ir a descansar y el profesor nos enviaba de regreso... Suspiré resignada. Nada más por esta noche, de acuerdo.
-...Si... vamos...-mustié a regañadientes y puse los ojos en blanco-... todo por hoy.