Pucon/ Sur de chile.... (durante las vacaciones de verano....) *Haciendo Rapel* [Post privado, cerrado][participantes: Noire, pablo]

Era madrugada por las calles de Pucon (chile), y yo estaba terriblemente sola y aburrida, las calles lucían desérticas, con sólo uno o dos jóvenes que de dirigían a sus hogares o hoteles luego de una noche de juerga, el sol estaba nada más que empezando a hacer su calida y luminosa aparición, caminé en círculos un par de vueltas sin nada que hacer, suspiré...que aburrimiento, me repetí a mi misma, mientras pensaba sobre los acontecimiento que me habían llevado a estar de vacaciones en Pucon cuando yo habitualmente iba a pasar mis vacaciones en Santiago la capital (Si, se que suena raro pasar las vacaciones de verano en la capital, en lugar de la playa o el campo, pero cuando vives en un apartado pueblo de la región de los lagos al sur de chile…[un sector que es lo rural de lo ruralísimo] es entendible que quieras ajetrear un poco tu vida, pasando unas movidas y bohemias vacaciones en una divertida poli) en fin, ahora estaba en Pucon, no muy lejos de donde vivía, haciendo una visita a la hermana de Luz (mi tutora o más cariñosamente la persona que es como una madre para mi) y pasaríamos un par de semanas en la natural, pero aun así no tan rural Pucon.
Pucon era genial, sus casas parecían de muñecas, tenia un hermoso pueblo, un lago, un volcán, buenas discos, multitud de deportes extremos a tu disposición, y quizás su único inconveniente era que estaba plagado de turistas… aun así, esperaba con ansias el termino de estas dos semanas para poder ir “por fin” a disfrutar de unas merecidas vacaciones en santiago.

Finalmente aburrida de dar tantas vueltas sin sentido, me apoyé en un poste que había en la calle, ayer me había inscrito en un recorrido de rapel y esperaba pacientemente a que fuera la hora estipulada para que comenzara la diversión.
Yo solía hacer mucho este deporte con Luz y Fran... (y esperaba que los paisajes de acá fueran igual de maravillosos de los que habían en la mayoría del sur de chile) según el boletín informativo que me dieron, vendría un bus con un instructor a recogernos a la hora estipulada y él nos transportaría hasta el lugar establecido...
Y ahí estaba yo, esperando hace mas de media hora, todo porque pensando que Luz y Francisca me acompañarían en la excursión de hoy me había levantado con dos horas de adelanto (hay que ver lo mucho q son capaz de demorarse ese par...) y finalmente ellas habían dicho que no querían venir, ¡Traidoras!...todo porque era demasiado temprano...¡traidoras y perezosas también!....mire el despejado cielo de Pucon, con el sol recién asomando por las montañas, el volcán humeaba levemente y pensé sádicamente que sería interesante que hiciera erupción justo ahora, pero enseguida retire tales pensamientos destructivos de mi cabeza…
La gente empezó a llegar, no eran más que turistas, turistas y más turistas, que aburrido...aunque la verdad yo también debía de dar la impresión de ser una turista... como mucho podría pasar por inmigrante alemana de frutillar... pero en fin, alemana soy y alemana seré, pensé con una mueca, mientras raspaba el suelo con la punta de mi zapato.
Justo en ese momento llego una pequeña van 4x4, me emocioné, pero tampoco lo demostré mucho, tome con ligereza mis cosas que tras mi cansancio había abandonado sobre la acera y subí al auto rápidamente.
El instructor, un señor de más o menos cuarenta años muy simpático, nos dejo en un terreno boscoso donde nos esperaba un segundo instructor, que básicamente era un chico de mas o menos mi edad, lo observe minuciosamente, era tremendamente guapo, (ojos grises profundos, alto y bien formado, bonito perfil…) y tenia algún no-se-que que me atraía bastante... sin embargo, o tal vez por eso mismo, lo ignoré deliberadamente.
Empezamos nuestra mañana de diversión ajustando el equipo, afortunadamente pude mantener alejado al chico instructor de mi, ya que yo había hecho esto muchas veces antes y sabia equiparme sola, además, absolutamente no pretendía parecerme a esas estridentes francesillas que fingían ser mas torpes de lo normal solo para obtener un poco de su atención, comenzamos a bajar por una pequeña cascada, fue de lo mas emocionante y por primera vez en la mañana pensé, mientras la adrenalina recorría mi organismo, que verdaderamente había valido la pena madrugar y todo por venir...el lugar era fenomenal...finalmente llegamos abajo a un pequeño rápido, que bordeaba la cascada por la que habíamos bajado...
Me senté a descansar un momento sobre una roca de por allí mientras tomaba un poco de gatorade, entonces mi mirada vagabunda se encontró con una curiosidad tras la cascada, una pequeña cueva.
Mi instinto aventurero de antepuso a mi lógica logrando que dejara abandonadas mis cosas allí para ir en dirección a la misteriosa cueva, bordee con cuidado la cascada hasta que estuve exactamente frente a la cueva >>¡¿que habrá acá, murciélagos, quizás...diamantes...un mapa de un tesoro...un pasadizo secreto?<< pensé con excitación mientras me inclinaba con cuidado para entrar en ella...era algo pequeña, pero aun así forcejee para entrar, entonces… me atasqué, la cueva misteriosa no tenia nada de misteriosa sino mas bien muy pequeña...y ahora se mostraba reacia a dejarme salir de ella, tire lo mas fuerte que pude, pero era imposible, seguía con todo mi torso dentro de la cueva y este no se movía ni un milimetro, no grite sin embargo, “tenía” que poder salir sola de allí... simplemente porque detestaba la idea de tener que pedir ayuda, y más en tan vergonzosas circunstancias...

[shashiiiss medio testamento que me salió...espero q eso no sea encontra de las reglas ni nada ]

Estábamos en verano, una época del año que me provocaba mal humor y no se trataba porque me fascinara estudiar. No recordaba haber tenido unas buenas vacaciones fuera de Pucón; desde que cumplí la edad apropiada me había dedicado a ayudar a mi padre en su trabajo, mi familia no era lo que podría llamarse de buena posición económica, así que no me podía permitir darme el lujo de salir a ver otras partes de mundo. No tenía muchas opciones.
Una parte de mí quería volver a la academia, mi segundo hogar y aunque no tenía toda una bandada de amigos me la pasaba bien. Greenwitch no era exactamente una escuela de torturas como mi visión de las escuelas muggle, Greenwitch era un sueño hecho realidad. Yo, de toda mi familia era el único mago; un golpe de suerte, bromeaba mi padre.
Ellos al principio se lo habían tomado como cualquier muggle, sin embargo, accedieron a dejarme ir y ahora, dentro de unas semanas más regresaría para mi sexto curso.
Mis clases no eran algo que mis padres entendieran completamente -aunque me esforzaba por enseñarles un poco de mi mundo- ellos se sentían orgullosos de mí, eso era suficiente.

Cuando desperté esa mañana tuve un presentimiento de que algo iba a cambiar o simplemente pasaría...
Era un día perfecto para el turismo, como casi todos los días por aquí. Sería una jornada larga, tendría que soportar nuevamente a esos molestos turistas en una excursión de rapel, me encantaba el rapel, pero cuando tienes que convertirte en niñero de gente que no sabe hablar tu idioma, la emoción disminuye un poco.
— Listo, Pablo? —Preguntó mi Padre mientras metía todas nuestras cosas dentro de la camioneta — ¡Vamos! Arriba ese ánimo, hoy será un día estupendo.
— Claro… — murmuré esforzándome en sonreír.
Mi padre, siempre estaba de buen humor, su trabajo le gustaba más que nada en el mundo y se encargaba de enseñarme todo lo que él sabía.
Tomé mi bicicleta para adelantarme, aún tenía un buen tiempo antes de encontrarme con los turistas en mi parte del recorrido; después de dar una vuelta por el lugar regresé a tiempo para recibir a los extranjeros que llevaba mi padre.
No pude evitar esbozar una sonrisa, al menos había chicas muy lindas, esta era mi parte favorita del trabajo.
Gran parte de la mañana transcurrió entre instrucciones y la colocación del equipo; las francesas terminaron colmando mi paciencia al ser enormemente ignorantes… y llamarme “Paul” todo el tiempo.
Iniciamos bajando de la cascada algunos parecían saber exactamente lo que hacían mientras que otros necesitaban todo el tiempo ayuda; de vez en cuando solía fijar mi vista en una chica pelirroja muy guapa, pero no era su belleza lo que mas me llamaba la atención, era muy buena en el rapel y no la había visto quejarse ni detenerse a pedir ayuda.
Seguíamos adelante hasta llegar a nuestro destino donde mi padre se haría cargo nuevamente, y fue entonces cuando me di cuenta que faltaba una persona… la chica pelirroja. Regresé rápidamente, deseando que no le hubiera pasado nada, después de todo ellos eran nuestra responsabilidad. No la encontraba por ninguna parte. Al pie de la cascada sobre una roca vi un equipo abandonado y me llené de pánico al pensar que se había ahogado en el rápido… ¿Qué estos malditos turistas no saben seguir instrucciones?
— ¿Hay alguien aquí? —pregunté en voz suficientemente alta para que se escuchara a varios metros a la redonda.
Seguí llamando varias veces… nadie respondía.
Fui hacia la roca donde se encontraban sus cosas y miré al suelo, observando las pisadas mas recientes, me agaché y con mis dedos toqué el suelo analizando las direcciones. La dirección mas obvia sería detrás de la cascada… ahí había una cueva pequeña según recordaba. Me acerqué y efectivamente ahí estaba, luchando por salir… o entrar.
— Linda… me podrías decir ¿Qué demonios haces ahí? —pregunté hastiado—Además de estar con la mitad del cuerpo fuera y la mitad dentro.

Llevaba ya un buen tiempo atascada dentro de la cueva, mis extremidades se habían empezado a acalambrar y tenia las piernas casi completamente dormidas, me daba la impresión de que la excursión seguramente ya habría terminado y tendría que volver a casa sola, caminando, lo que tampoco era ningún problema, tenia un sentido de la ubicación estupendo en los bosques...
Patalee haciendo un nuevo intento por salir cuando escuche una voz desde afuera;

-Linda… me podrías decir ¿Qué demonios haces ahí?, Además de estar con la mitad del cuerpo fuera y la mitad dentro-
Era un voz masculina y sonaba no poco hastiada, me molesto su tono ¿que acaso se creía que una iba atascándose por la vida a propósito?... ¡Que gente!

-Nada que sea de tu interés- le grite molesta desde adentro haciendo un nuevo intento por salir - ¡Y ya vete, déjame en paz!... puedo perfectamente volver sola, y no necesito ningún tipo de fisgón increpándome...- si se creía que me le iba a rogar por su ayuda, o le iba a dejar mofarse libremente de mí las tenia claras, no necesito ayuda ni mucho menos curiosos inútiles rodeándome, y menos cuando estoy tan molesta.

Me reí entre dientes, esta chica tenía de mal humor lo que tenía de hermosa. Me pareció desagradable en realidad, estos turistas creían que por pagar unos cuantos pesos podían tratarnos como e les viniera en gana, por un momento me recordó a los Trytian Sangre Limpia.
Bufé exasperado al mismo tiempo que me recargaba sobre la pared con los brazos cruzados, en algún momento tendría que sacarla de ahí aunque me muriera de ganas por ver como algún animal se la comía o las arañas la mordían.

-Mira... enserio tendre que sacarte aunque ni tu ni yo querramos eso... -le dije como si le explicara a mi hermanita como nacen los bebes- Se supone que estás bajo mi responsabilidad... no se como te fuiste a meter ahí... si algo te pasa yo lo lamentaré. Ahora, reina de la cueva detrás de la cascada... si me permite, es hora de salir de ahí.

Sacarla de ahí resultaría mas embarazoso de lo que pude suponer, era su trasero el que asomaba, la tomé de las caderas y tiré de ella hacia fuera intentando no ser demasiado brusco.

Que chico mas antipático, solo quería que me dejara en paz...¿era aquello acaso tan difícil de entender? bufe exasperada desde adentro, cuando sentí a alguien tirarme de las caderas, me dolió, pero no fue tanto eso como la vergüenza y la rabia lo que me hicieron gritar... finalmente y con un gracioso ¡PLOP! salí disparada de la cueva, cayendo encima del guapo instructor, quien adivine en ese momento había sido el molesto chico que no me había dejado en paz...
Me levante lo mas digna que pude, le agarre de la mano y lo tire para q también se pusiera de pie (no había que olvidar la educación) seguramente estaba roja de furia...
-te dije que me dejaras en paz!!....además eres un bruto..Mira que sacarme..aich!- ya en realidad no sabia si estaba tan furiosa por el ultraje o por la vergüenza que me daba que me hubieran pillado en esa situación, sin embargo en ese momento agradecí estar en chile y no en mi hogar, si alguien de por allá me hubiera pillado en tal situación...me estremecí de nada mas pensarlo.

-De nada, señor instructor por no haber dejado que me asfixiara ahí dentro o que anocheciera un un animal hambriento me deborara-respondí entre dientes en tono sarcástico
Mi enfado iba en aumento, quizá hubiera preferido que fuera alguna de la francesitas, al menos parecían un poco mas amables... Fruncí los labios, pensándolo bien, no... nada de francesas, durante todo el recorrido había tenido suficiente que el humor de esta chica podría ser nombrado un regalo de los dioses.
Suspiré profundamente, me molestaba tener que ser así y fingir un agrado que no tenía y era completamente todo lo contrario a lo que sentía, pero la pasaría muy mal si esta chica iba a dar quejas contra mi padre. La miré durante unos segundos, estudiando su gestos furibundos y sus ojos llenos de desdén que casi me pareció imposible pensar en ella como una niña tímidia por estar tan roja como un tomate.
-Será mejor que nos vayamos... el recorrido ha terminado, te llevaré hasta los demás -hice una mueca seguro de que pasaba algo por algo.- Segura que estas bien? no... te... lastimaste?
Esta era una situación embarazosa.

El chico estaba furioso, vaya si no se notaba en su mirada... sin embargo no fue pesado, eso no me agrado, me sentí maleducada y grosera por haber sido brusca con el cuando solo me había ayudado, aunque también me molestaba que fuera así, me recordó de sobre manera a mía compañeros en Alemania, había algunos que me detestaban, sin embargo ninguno lo demostraba solo porque yo tenia demasiado poder dentro del colegio...Aun así este chico no sabia nada de eso, solo cumplía con su obligación, abrí mi boca para disculparme.

-¿porque finges preocupación o cualquier otra cosa?... mira, yo me metí ahí sola y yo debería haber salido sola, yo... no necesitaba ayuda, y no te atrevas a fingir simpatía o cualquier cosa que no sientes... si me detestas siente libre de ignorarme o gritarme... pero no soporto a la gente falsa ... y por cierto, no tengo la mas mínima intención de hacer un reclamo ni nada...- le dije casi sin poder soportarlo...me fruncí el seño a mi misma ¿y la disculpa?...bueno, pues ni caso...me sacudí por ultima vez el pantalón, y levante mi mentón mirándolo desafiante...si me odiaba que lo dijera y ya... yo no era una chiquilla llorona, yo acostumbraba afrontar mis problemas...no necesitaba que fueran suaves conmigo ni nada por el estilo.
- ah… por cierto, gracias por ayudarme aunque no te lo haya pedido…ha sido, todo un… detalle, y estoy perfectamente, no soy de porcelana por si no lo habías notado- le dije luego de un tiempo girando mi cabeza a un lado, me daba vergüenza decir gracias y no lo pude hacer mirándolo por eso mismo.

Lindo caracater, casi podría asegurar que la pelirroja aristócrata me exitaba oh si... estaba hiperventilando, me moriría de la pena mientras mis malos pensamientos sobre ella me hacían volar hacia las nubes.
JA claro y los cerditos vuelan.

Escuché su entretenido discurso con los brazos cruzados, haciendo muecas y en una posición cómoda; funcionaba con mi madre cada vez que comportaba de esa manera tan desagradable. Sí, esta chica tenía el carácter de mi madre cuando mis hermanos hacían una travesura o yo llegaba por la madrugada entrando por la ventana. Que encantadora.
Me sentí tentado de una manera terrible a sacar mi varita del bolsillo de mis shorts y aturdirla para que así pudiera quedarse callada y hacerme el trabajo mas sencillo menos tedioso. Lamentablemente había un par de cosas que me lo impedían; primera, no podía hacer magia y menos delante de los muggles; segunda, mi padre me mataría si el ministerio no me encerraba antes en una celda de Azkaban.
-De acuerdo... Madame, te detesto, detesto a todos los que son como tu, detesto hacer esto... a mi me gusta tanto como a tí; No me estoy divirtiendo, como aseguro que tampoco lo haces, pero por si no estabas enterada somos nosotros quienes nos encargamos de su protección... podrías al menos no ser tan orgullosa y fingir que lo puedes hacer todo sin ayuda, hay situaciones en las que hasta la especie mas dominante necesita algo de ayuda... Tampoco vengo con intenciones de tratarte como princesita y arrodillarme ante tí... solo hago mi trabajo. Ahora es hora de irnos.

le lance una mirada asecina...oh que ganas de sacar mi varita y hacer que le salieron flores de la boca... suspire, lo detestaba... si, lo detestaba, aunque fuera tan irresistiblemente guapo su caracter lo arruinaba todo...

- Eres un chico verdaderamente detestable, y ¿sabes? creo que esta vez te hare caso... todo y cuanto sea posiblepor sacarte pronto de mi vista... idiota- le dije mientras me alejaba por el camino de salida pisando fuertemente...¡lo odio! ¡lo odio! ¡lo odioooo!!...pensaba una y otra vez al interior de mi cabeza

No puede evitar no soltar una carcajada, como si no fuera la primera vez que pasaba por esta situación. Hey! no espera... si era la primera vez. Esto lo hacía mas divertido aún.
-Ah... que desilución... -dije en un tono falsamente dulce e irónico- moriré por la depresión. No, en realidad no. Tu odio alimenta mi ego. Soy detestable lo se y no me importa. Un idiota... bueno... lo dejaremos en tu opinioón personal.

La seguí hacia la salida y le lancé sus cosas para que las cargara, no era una muñequita de porcelana, no se iba a romper; volví a reírme tan solo de pensarlo. Caminamos por el sendero en silencio, un silencio demasiado incómodo. No me molestaba el silencio siempre y cuando no tuviera la certeza de llevar a alguien a mi lado...

cogi las cosas que me tiro con brusquedad sin rechistar ni un poco... ¿se queria reir?..muy bien...que lo hiciera..avance mas rapidamente, todo lo que queria era alejarme rapidamente de el... Por primera vez odie a un muggle...lo odie, y me imagine que si mis padres solo habian visto muggles asi era normal q los odiaran...¿pero que tonterias pienso?...uffm mal dia, finalmente llegamos al camino...la van ya se a ido, la pregunta es, ¿ahora que pretende hacer el?...lo miro de soslayo, y su belleza me impmacta nuevamente, no esque nunca antes haya visto chicos guapos... paro hay algo en el que es tan... distinto?... va, no se...carraspeo y le digo

-muy bien, supongo que desde aqui me podras dejar ir sola ¿no?...si quieres te firmo un papel exculpando a tu expedicion de cualquier cosa que me pudiera pasar- le digo hablando con indiferencia...

Habíamos tardado lo suficiente como para que los demás nos hubieran dejado, no lo podía creer... no podía creer mi maldita suerte, tener que soportarla otro largo tramo, esto era torturarme de la manera mas cruel...

-Preferiría un Cruciatus- mustié para mí entre dientes y en voz baja
Saqué mi móvil de manera inútil pues sabía perfectamente que la señal era nula por estos lugares.
- No, no puedo dejarte ir sola así firmes toda una constitución. Tendremos que ir caminando...

¿Había escuchado bien...Cruciatus había dicho?...no no…Seguramente ha sido idea mía, se me debe de estar fundiendo el cerebro de todo el esfuerzo que implica estar con él... Sin ganas ya de pelear por nada...hago un gesto de "como sea" con la mano que le eh visto muchísimas veces a francisca...

-Tú has querido, yo solo quería simplificarnos un poco la cosa… a los DOS… pero, como quieras… tú dirás por donde entonces, señor “instructor”- le digo haciendo notar el sarcasmo aplicado a la palabra instructor, le hago una ceremoniosa e irónica floritura con el brazo, y lo miro fingiendo un total desinterés, aunque sus grises pupilas llamen a ser exploradas a fondo.

Chasqueé la lengua y pasé por su lado como ignorando toda esa tonta e inutil coreografía que había utilizada. Seguí caminando por el sendero como si ella no viniera detrás mio, me resultaba fácil ignorar las cosas desagradables.
Cuando logramos llegar a donde se encontraba la camioneta de mi padre ya era un poco tarde, entonces la dejé con todos los demás, solo quería regresar a casa, había sido un largo día.
-Adios... espero que siga disfrutando del paseo-le dije a la chica pelirroja de forma poco amigable.